Sin poder sacarse del cuerpo la ansiedad del inminente estreno ?el programa empezará a emitirse el martes, a las 21.45. por El Trece?, los protagonistas del triángulo amoroso de Malparida sostienen que en los primeros 24 episodios que ya están grabados lo que no va a pasar es que el público tenga oportunidad de aburrirse por contenidos que se estiren en el tiempo. Junto con sus compañeros, Raúl Taibo y Gonzalo Heredia, Juana Viale sostiene: "Desde el inicio de la historia pasan cosas nuevas una detrás de otra en una seguidilla de lo más excitante".
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"Lo que es imposible que pase es que uno se aburra con estos primeros capítulos o que se pierda el interés. En la última grabación me encontré con cinco libros seguidos y no me podía contener. En cada pausa que tenía iba el camarín a leerlos", confiesa Taibo.
que uno se aburra con estos primeros capítulos o que se pierda el interés. En la última grabación, me encontré con cinco libros seguidos y no me podía contener. En cada pausa que tenía iba el camarín a leerlos", confiesa Taibo.
Heredia recuerda lo que cuenta quien hace de su padre y con quien se enfrentará por el amor a la misma mujer, y riéndose agrega: "Era muy gracioso verlo con el guión como si fuera una historieta".
Lo que argumenta Viale que la convenció de aceptar este proyecto es justamente esa riqueza de la historia. "Me resultó muy atractiva desde que me la dieron. Al principio, dudé un poco porque era una tira y yo tengo mis tiempos. Pero a medida que veía la gente que se sumaba al proyecto, me entusiasmaba cada vez más y, finalmente, me convencí", reconoce la nieta de Mirtha Legrand. Sus compañeros también sostienen que están en este programa por la misma razón. "A mí me pasó que también dudé. Cuando me propusieron este trabajo, estaba haciendo Valientes y tenía en vista la temporada de teatro en Mar del Plata basada en ese programa. Pero la historia me pareció fascinante, muy potente y me convencí", cuenta Heredia.
De venganza y romance
Lo esencial de la trama a la que se refieren los tres actores es la de una mujer que quiere vengarse del hombre por el cual se mató su madre cuando éste la abandonó. Renata (Juana Viale) es la hija de una mujer de extracción humilde que 20 años atrás tuvo un romance con Lorenzo Uribe (Raúl Taibo), un empresario inmobiliario muy rico que finalmente decidió dejarla para casarse con una mujer de su misma condición social. Deprimida por este amor trunco, la madre de Renata se suicidó. Ahora ella tejió un plan para enamorar a Lorenzo y llevarlo a la ruina. Pero cuando está desarrollando su plan, conoce a Lautaro (Gonzalo Heredia), el hijo de Lorenzo, de quien se enamora con lo que complica su estrategia de venganza.
"Es muy entretenido este personaje. Hay mucho para jugar. Es una estratega que siempre está planeando algo para llevar adelante su venganza. Como actriz me resulta muy divertido hacerlo", dice Viale, quien reconoce que le atraen los papeles de mujeres que tienen sed de venganza. "En Mujeres asesinas me tocó hacer de una estudiante de medicina a la que un seductor que la enamora la humilla varias veces y ella cansada de esta situación la termina violentamente. Otro personaje que me gustó hacer es el de Las viudas de los jueves que interpreté recientemente. Un trabajo en el que me costó mucho lograr entender cómo es posible que exista el amor en una relación como ésa, llena de violencia", cuenta la actriz.
Hablando de los personajes que más les gustó a cada uno, Heredia recuerda sin dudar al de Víctor, un joven que transita las calles de Buenos Aires a la madrugada, que hizo en Ronda nocturna. "Esa película fue una bisagra en mi vida y en mi carrera. Me sirvió para descubrir muchas cosas. No sólo en lo profesional, sino en mí mismo", reconoce el actor.
"Todos los personajes te transforman y nunca sos el mismo después de hacerlos. Esa es una de las características de nuestro laburo. El proceso por el cual el personaje te va transformando se percibe mucho, sobre todo cuando hacés teatro. Llegas a tu casa y estás pensando en ese papel y, en ese proceso, empiezan a salir cosas tuyas que luego se las incorporás al personaje, pero sirven para conocerte a vos mismo", reflexiona Taibo.
"Yo no sé si experimenté alguna vez algo tal cual lo describe Raúl porque nunca hice teatro. Pero en la televisión pasa un proceso parecido, porque al personaje lo vas trabajando a medida que el programa crece, y las historias tienen idas y vueltas que te permiten ir haciendo ese proceso. En cine es diferente porque cuando hacés el papel, ya tenés la visión global", aporta Viale.
Una coincidencia entre los tres es el ritmo agotador que te impone una tira. "No te permite hacer nada fuera de ella. En mi caso, llego a casa a las seis, tengo que lidiar con los dos saltimbanquis que me esperan allí. Relajo un poco, me pongo a estudiar los libros y ya me tengo que ir a dormir para estar en pie temprano al otro día", explica Viale. "Lo que ayuda a paliar ese esfuerzo es que haya buena onda en el grupo. Y la que se da en el nuestro, aun antes de que el programa esté en el aire es poco frecuente", agrega Taibo. "Hay muchos compañeros que hacen su primer trabajo en televisión y las ganas que le ponen contagian", sostiene finalmente Heredia.
